“Cuando no interviene el sistema inmunológico, estamos hablando de una intolerancia y está causada por déficits enzimáticos que impiden la correcta digestión o absorción de nutrientes, como la lactosa”, indica un artículo de la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten.

En cambio, en el caso de las alergias, sí está involucrado el sistema inmunológico. “Aquí vamos a hablar de la inmunoglobulina E (IgE), una proteína de defensa que actúa como mediador en las reacciones alérgicas típicas”, indica el mismo artículo. En los análisis de sangre, esto puede identificarse como una IgE “disparada”. 

“Este tipo de reacciones alérgicas a alimentos se manifiestan de manera rápida, en menos de dos horas tras haber ingerido el alérgeno (a veces a los pocos minutos) y provocan desde erupciones cutáneas, hinchazón de labios y lengua o sensación de ahogo hasta shocks anafilácticos en los casos más graves”, agrega el portal. También pueden presentarse con síntomas digestivos como diarrea o vómitos.

Por eso, no debe incluirse la enfermedad celíaca con la “intolerancia” al gluten.

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